Que la teoria analitica se apoye ocasionalmente sobre algo que precisamente dicha teoria es la mejor hecha para conocer, por no ser mas que un corto circuito respecto a lo que le es necesario establer bien como estatuto del aparato psiquico, que no solamente los textos de Freud sino todo el pensamiento analitico no pueda sostenerse mas que dejando afuera, en el intervalo entre el elemento aferente del arco reflejo y su elemento aferente, ese famoso sistema de los primeros escritos de Freud, que sin embargo experimente la necesidad de mantener el acento sobre estos dos elementos, nos dá precisamente el testimonio de algo que nos incita a marcar el lugar de la teoria analítica en relación a lo que podemos llamar, bajo un amplio título, la teoría psicologizante al aparato psiquico.
Esta claro que acá vemos manifestarse un cierto número de edificios mentales, fundados en principio sobre un recurso a la experiencia y que tratan de valerse de este modelo primero dado como el más elemental aunque lo consideremos a nivel de la totalidad de un microorganismo, el proceso estímulo-respuesta a nivel de la ameba por ejemplo, haciendo de algun modo la homogía, especificación para un aparato que concentraría al menos sobre ciertos puntos poderosamente organizadores de la realidad para el organismo, a saber a nivel de este arco reflejo en el aparato nervioso una vez diferenciado.
He aqui, de lo que tenemos que dar cuenta, en esta perspectiva, que esta referencia persiste a un nivel, en una técnica, el psicoanalisis, que parece ser hablando con propiedad la menos apropiada para recurrir a ella dado que implica una dimensión totalmente distinta.
Opuesta en efecto radicalmente a esta referencia resulta esta concepcion manifiestamente poco solida de lo que puede resultar del acto, no satisfactoria de un modo interno si se puede decir, totalmente opuesta a eso con lo que nosotros tenemos que ver, a esta posición de la función del acto que yo evoqué en primera instancia bajo sus aspectos de evidencia y de la que bien se sabe que es aquella que nos interesa en psicoanalisis, yo hablé hace un rato del compromiso, ya sea el del analizado o el del analista, pero después de todo por que no plantearnos la cuestión del acta de nacimiento del psicoanalisis, pues en la dimensión del acto inmediatamente surge ese algo que implica un término como el que eacabo de mencionar, a saber, la inscripción en alguna parte, el correlato del isgnificante, que en verdad, no falta jamás en lo que constituye un acto, pero si un día, por franquear un cierto umbral yo me pongo fuera de la leym este día mi motricidad tendrá valor de acto.
Esto, lo adelanté acá en esta misma sala hace poco tiempo, Me parece que es simplemente recurrir a un orden de evidencia admitida, una dimensión lingüistica propiamente hablando, comprendiendo lo que hay del acto y reuniendo de manera satisfactoria todo lo que este termino puede presentar de ambigüedad y que vá de una punta a la otra de la gama que evocaba antes, incluyendo no solamente más allá de lo que llamé el acto médico, por que no en este caso al acta notarial.
He hecho mención a este término: el acto de nacimiento del psicoanalisis. ¿ Por qué no? es así como surgió en algún viaje decisivo de mi discurso, pero además al detenernos un poco allí, veremos abrirse fácilmente la dimensión del acto concerniendo al estatuto mismo del psicoanalisis.
Esta claro que acá vemos manifestarse un cierto número de edificios mentales, fundados en principio sobre un recurso a la experiencia y que tratan de valerse de este modelo primero dado como el más elemental aunque lo consideremos a nivel de la totalidad de un microorganismo, el proceso estímulo-respuesta a nivel de la ameba por ejemplo, haciendo de algun modo la homogía, especificación para un aparato que concentraría al menos sobre ciertos puntos poderosamente organizadores de la realidad para el organismo, a saber a nivel de este arco reflejo en el aparato nervioso una vez diferenciado.
He aqui, de lo que tenemos que dar cuenta, en esta perspectiva, que esta referencia persiste a un nivel, en una técnica, el psicoanalisis, que parece ser hablando con propiedad la menos apropiada para recurrir a ella dado que implica una dimensión totalmente distinta.
Opuesta en efecto radicalmente a esta referencia resulta esta concepcion manifiestamente poco solida de lo que puede resultar del acto, no satisfactoria de un modo interno si se puede decir, totalmente opuesta a eso con lo que nosotros tenemos que ver, a esta posición de la función del acto que yo evoqué en primera instancia bajo sus aspectos de evidencia y de la que bien se sabe que es aquella que nos interesa en psicoanalisis, yo hablé hace un rato del compromiso, ya sea el del analizado o el del analista, pero después de todo por que no plantearnos la cuestión del acta de nacimiento del psicoanalisis, pues en la dimensión del acto inmediatamente surge ese algo que implica un término como el que eacabo de mencionar, a saber, la inscripción en alguna parte, el correlato del isgnificante, que en verdad, no falta jamás en lo que constituye un acto, pero si un día, por franquear un cierto umbral yo me pongo fuera de la leym este día mi motricidad tendrá valor de acto.
Esto, lo adelanté acá en esta misma sala hace poco tiempo, Me parece que es simplemente recurrir a un orden de evidencia admitida, una dimensión lingüistica propiamente hablando, comprendiendo lo que hay del acto y reuniendo de manera satisfactoria todo lo que este termino puede presentar de ambigüedad y que vá de una punta a la otra de la gama que evocaba antes, incluyendo no solamente más allá de lo que llamé el acto médico, por que no en este caso al acta notarial.
He hecho mención a este término: el acto de nacimiento del psicoanalisis. ¿ Por qué no? es así como surgió en algún viaje decisivo de mi discurso, pero además al detenernos un poco allí, veremos abrirse fácilmente la dimensión del acto concerniendo al estatuto mismo del psicoanalisis.
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