domingo, 7 de junio de 2015

(Erich Fromm, Marx y su concepto del hombre)

No hay mayor malentendido o malinterpretación de Marx que aquella que se encuentra, implícita o explícitamente, en el pensamiento de los comunistas soviéticos, los socialistas reformistas y los opositores capitalistas del socialismo por igual, todos los cuales suponen que Marx sólo quería el mejoramiento económico de la clase trabajadora y que quería abolir la propiedad privada para que el obrero pudiera poseer lo que ahora tiene el capitalista."
(Erich Fromm, Marx y su concepto del hombre)
“[En el capitalismo] todo hombre especula con la creación de una nueva necesidad en otro para obligarlo a hacer un nuevo sacrificio, para colocarlo en una nueva dependencia y atraerlo a un nuevo tipo de placer y, por tanto, a la ruina económica. Cada hombre trata de establecer sobre los demás un poder ajeno, para encontrar así la satisfacción de su propia necesidad egoísta. Con la masa de objetos, pues, crece también la esfera de entes ajenos a los que está sometido el hombre. Todo nuevo producto es una nueva potencialidad de engaño y robo mutuos. El hombre se vuelve cada vez más pobre como hombre; tiene una necesidad creciente de dinero para tomar posesión del ser hostil. El poder de su dinero disminuye en proporción directa con el crecimiento de la cantidad de producción, es decir, su necesidad crece con el poder creciente del dinero. La necesidad de dinero es, pues, la necesidad real creada por la economía moderna y la única necesidad que crea. La cantidad de dinero se convierte, cada vez más, en su única cualidad importante”
(K. Marx, Manuscritos económico-filosóficos)
“El socialismo de Marx es una protesta contra este mismo desamor, contra la explotación del hombre por el hombre y contra su explotación respecto de la naturaleza, el desprecio de nuestros recursos naturales a expensas de la mayoría de los hombres de hoy y más aún de las generaciones venideras. El hombre desenajenado, meta del socialismo como ya lo hemos demostrado, es el hombre que no “domina” a la naturaleza, sino que se identifica con ella, que está vivo y reacciona ante los objetos, de modo que los objetos cobran vida para él."
(Erich Fromm, Marx y su concepto del hombre)


https://www.facebook.com/MarxYSuConceptoDelHombreErichFromm?pnref=story

2 comentarios:

  1. Esto es lo que le ocurre al "hombre-mercancía". En la medida en que el hombre asume como suyas las necesidades (productos creados con el fin de crear necesidad del propio producto) y la forma de relacionarse con el mundo que la sociedad enajenante le impone (poseer, usar, explotar –tanto personas como objetos, como al resto de la naturaleza), en la medida en que el ser humano haga eso, esta sociedad le premiará con más cosas, con más productos, con ascensos, etc. - y sobre todo con dinero. Dicho de otra forma, a medida que el ser humano sea menos él mismo y más lo que la sociedad quiere que sea, tendrá más, la sociedad se lo dará. De esta manera el “hombre-mercancía” vende “su “personalidad”, su sonrisa, sus opiniones”, su forma de pensar, etc. por tratar de obtener aquello con lo que la sociedad está dispuesta a premiarle, a cambio de someterse, a cambio de dejar de ser él mismo para convertirse en lo que la sociedad quiere que sea, a cambio de pensar como (y lo que) la sociedad quiere que piense. Este es el lema de esta sociedad corrompida en la que la verdadera personalidad del individuo no tiene ningún valor: “Te estafaré al mismo tiempo que te brindo placer.” La verdadera personalidad de ser humano desparece enajenada por esta sociedad, o mejor dicho, por los que tienen el poder dentro de ella. Desgraciadamente todos somos, por lo menos un poco, “hombres/mujeres mercancía”, pero esto no tiene por qué ser siempre así, si no queremos.

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  2. De acuerdo pero no se tiene en cuenta el factor pereza, por un lado esta la explotación del humano pero por el otro esta la pereza humana, no hay un balance

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