miércoles, 31 de agosto de 2011

PSICOANALISIS: SOBRE EL GUSTO

PSICOANALISIS: SOBRE EL GUSTO: Goce estetico Lo bello producirá en el observador sensible una emoción y un juicio. Su repetición engendra el gusto o habito de sentir y juz...

SOBRE EL GUSTO

Goce estetico
Lo bello producirá en el observador sensible una emoción y un juicio. Su repetición engendra el gusto o habito de sentir y juzgar lo bello, indispensable para juzgar estéticamente las obras bellas.
El goce o placer estético es el resultado emotivo armónico de tres clases de actividades cognoscitivas: percepción, imágenes, intelecciones (los brutos carecen de estas actividades cognoscitivas).
El goce estético, carece de fin (es una finalidad sin fin: Kant), es universal porque no existe un interés particular del sujeto, espiritual en mayor o menor grado porque la satisfacción es cognoscitiva porque el sujeto percibe interiormente la belleza.
El gusto estético es la facultad de producir lo bello (para ello es necesario sentirlo…)
Mezcla de razón y sensibilidad.
Goce estético y moral.
Las experiencias de la vida ponen “en tela de juicio” muchas de nuestras falsas apreciaciones.
Podríamos creer que una persona amante de la naturaleza, de las flores, de la buena música y de la literatura posee los requisitos indispensables para que un ser humano sea “buena persona”, pero no es así.
La emoción y el sentimiento no tienen nada que ver con los principios éticos y no debemos caer en el error de confiar en todas aquellas personas que lloran con extrema facilidad o que os digan:” Te amare toda la vida”
El evangelio nos aconseja de no  creer en las palabras sino en los hechos.
Sobre los gustos…
La Bruyére dijo lo siguiente:
“Hay, pues, buen gusto y mal gusto, y de los gustos se puede disputar con fundamento”
Y Voltaire:
“Para el sapo, el ser mas bello es la rana”…
No cabe la menor duda que las personas pueden tener buen gusto o mal gusto y lo observamos diariamente por la forma de vestir de muchos hombres y mujeres que buscan, sobre todo, llamar la atención (falta de personalidad, exhibicionismo y narcisismo).
Sobre el juicio estético.
Comprende la censura de los defectos y la apreciación de las virtudes y supone haber vivido en intimidad con el arte y haberlo amada por si mismo, por el goce espiritual que trae consigo.
            · Si es posible, haber ejercitado el arte.
            · Estar avezado (acostumbrado) a la comparación y al análisis.
· Libertad o imparcialidad para no juzgar a impulso de la pasión o a intereses particulares.
· Se debe a ajustar a los principios y reglas estéticas que pueden variar según las circunstancias de regiones y tiempos...

La educación del gusto.

· Con el estudio de las obras de arte
· Con la doctrina de los preceptos acompañada de las humanidades de la historia y de la filosofía.
· Con el uso y ejercicio bien dirigido.
· Con la práctica y el amor a la virtud, la cual serenando el alma, la prepara en gran manera para percepción del placer estético, placer purísimo, y para buscar y sentir la verdadera belleza.


El “ Ser moral”
Se considera moral todo cuanto es favorable a las buenas costumbres y conducta. Las buenas costumbres se refieren, sobre todo, a la buena educación, al saber estar, ahora bien, la buena conducta, además  de educación, implica decencia. El siguiente paso seria la pureza del ser, el modo de sentir que nos impide, por dignidad, proceder con engaño.

La conciencia moral.
Conciencia es la constatación psicológica de lo que pesa en nosotros, emitiendo juicios de valor sobre sentimientos y acciones.
El “Ser moral” es critico con su conducta y permanece en perpetuo “renacimiento” su moral no se establece por principios que impone la sociedad sino por imperativos de la conciencia moral  con base a la reflexión ética.

El “ Ser humano”.
Los sentimientos de simpatía, amor, solidaridad, el respeto por la persona, el dominio de si mismo, el coraje, la victoria sobre los elementos y fuerzas naturales de la tierra, de la sociedad y del egoísmo. Ser humano es un camino sin fin que puede llevarnos a la mas alta espiritualidad.
Estamos de acuerdo con Nietsche cuando dice que el hombre, para merecer esta distinción debe excederse, sobrepasarse y superarse (el Super-Hombre).